Este fin de semana las redes sociales se movieron de lo lindo para dar a conocer la detención de Tito Delfín, candidato a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN.
Lo que son las cosas, pues por un lado, la caravana de su contrincante Joaquín Guzmán Avilés, también fue detenida en otra carretera del Estado, pero solo fue un acto de revisión, y al ver que todo estaba en orden los dejaron continuar su camino.
Con la caravana de Tito Delfín debió haber sucedido lo mismo, pero como en contra suya había una orden de aprehensión, pues se la aplicaron (como debía ser, apuntan algunos; de forma ilegal, apuntan otros).
Esta vez, en Palacio no hubo quién recibiera la consabida llamada que diera aliento a la impunidad. Pero en las redes sociales, por un lado se anunciaba la detención de Tito Delfín y por otra y casi de inmediato aparecían los escritos de actores panistas de las altas esferas calificando el hecho de persecución política y “brutal” uso de la fuerza.
El panismo a regañadientes se unió, y por un momento olvidaron la división que han vivido desde que Yunes Linares se apropió de él y desde que Joaquín Guzmán se los arrebató en Tribunales. Panistas no Yunistas están ahora muy enojados por tener que defender políticamente a Tito Delfín, a quien muchos consideran un hombre corrupto.
El perredista Manuel Bernal, incluso se aventó ayer la puntada de convocar a un “frente que defienda a presos políticos” al tiempo que calificaba al actual gobierno de represor.
Por su parte, el diputado de MORENA, Juan Javier Gómez Cazarín, escribió en su cuenta de Facebook que a Tito Delfín Cano se le reactivó una denuncia por presunto fraude iniciada en mayo de 2017 por el ex fiscal general Jorge Winckler Ortiz y el ex fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres, durante el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, y que además se le comprobaron omisiones y abuso de autoridad a Tito Delfín Cano cuando se desempeñaba como alcalde en el 2012.
Lo cierto es que este lunes Tito Delfín Cano está preso ya que un juez de control le impuso 6 meses de prisión preventiva por los presuntos delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y fraude, cometidos presumiblemente durante su gestión como presidente municipal de Tierra Blanca.
Mientras tanto, afuera de tribunales, el juicio popular se pondrá caliente como nunca, pues los azules están a unos días de celebrar su contienda interna por la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN.
La verdad fría dice que la libertad de la que gozó Tito Delfín Cano durante los gobiernos de Duarte y Yunes Linares fue la configuración de la impunidad. Debió ser detenido e ir a juicio desde ese entonces. Hoy -aseguran muchos que ven las cosas sin apasionamientos- no hay perseguidos políticos, hay justicia. No hay cacería de brujas, hay cacería de ratas.